Capítulo 14. Un problema de frigidez


La de Arrankudiaga era especial. Me insistía en que era incapaz de sentir placer con el sexo, por lo que se convirtió en un reto.
Quedamos a comer un día en su pueblo y de ahí fuimos a su casa a procurar que mi arte amatorio consiguiera proporcionarle placer.

La chica es mona, pero vergonzosa como ella sola. Cuando consigo desnudarla se tapa con una manta y se envuelve en ella sin que sea capaz de introducir la mano para llegar a su cuerpo.
Al final la convenzo y empezamos a besarnos en el sofá, viendo Sálvame, pero la veo más centrada en Jorge Javier que en mi lengua hurgando en su sexo. Y encima me da conversación.

Apago la tele y la llevo a la cama. Vuelvo a la carga y la penetro. Está empapada pero siento que su respiración ni se mueve.
La miro, y empieza a darme conversación. Me dice que nada, que no me preocupe, que ella no siente nada, pero que yo me satisfaga, pero que para no aburrirse, que podemos ir hablando.

-         Chica, tú si que sabes como mantener a un hombre excitado y cómo subirle la autoestima.
Y encima se ríe del chiste. Me dice que se calla, que yo siga a lo mío, pero decido cambiar de postura y ponerla a 4 patas, y así al no mirarme a la cara, a ver si se concentra.

Pero en esta postura se le llena el sexo de aire, y empieza a expulsarlo sonoramente, con lo que le entra la risa, y mi autoestima vuelve a caer, al mismo ritmo que mi erección.
La vuelvo a poner boca arriba y ensayamos el misionero. Me muevo, entro y salgo, y parece que la cosa funciona. Estoy cogiendo ritmo, lo subo, y creo que empieza a sentir algo y de repente, en plena excitación salta.

-         De azul
-         ¿qué?
-         De azul
-         ¿De azul qué?
-         Voy a pintar el techo de azul

Anda no me jodas. Otra vez se baja la autoestima. Me la quedo mirando y me dice que es un viejo chiste. Que perdone, y que siga.
Ya por acabar, decido inhibirme de sus cosas, me muevo rápidamente y me corro. Vaya tía. Y encima, como está acostumbrada al fracaso, se lo toma a cachondeo. Y como es nuestra primera cita, ni le va ni le viene. Y encima, como fui de sobrado, se ha descojonado de mi totalmente.

Pero no me rindo. Cuando samurai saca espada no la guarda sin antes mancharla de sangre. Y la cojo y me la llevo a la ducha, a ducharnos juntos.
La enjabono completamente, suavemente, acariciándole los pechos, despacio. Se le endurecen los pezones, y parece que algo empieza a sentir.

Ataco duramente y le coloco el chorro de la ducha directamente en su sexo. Abre las piernas y me mira sorprendida. Parece que siente algo.
Me agacho y con un dedo le hago aflorar el clítoris y le dirijo directamente el chorro. Se pone moradito, hinchado. Me alegro, me da que conseguiremos el orgasmo.

Pero de repente, en esa postura, yo agachado debajo de ella, con un dedo haciendo aflorar el clítoris, con el chorro directamente sobre él, coge la tía y se empieza a mear, ¡se me mea encima!
Ay la hostia, ya lo que me faltaba.

-         Lo siento, me vinieron unas cosquillas, sentí placer y pensé que era un orgasmo
En fin. Nos secamos, me visto, le doy un beso y me despido. Decido que es un PDT, o sea, un Puto Desastre de Tía.

Volviendo a casa vuelvo a mirar en mi pasado sexual reciente, y llego a la conclusión de que no funciona, que no hay manera, pero me animo pensando que puedo ir por buen camino. Alguna saldrá buena, vamos, digo yo.
¿O es que soy yo el desastre?



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@txomin43






Capítulo 12. Badoo

Esta tarde tendré que aguantar el cachondeito de los amigos. No sólo se han enterado de lo de la colombiana, sino que además conocen mis escarceos en la red. Sin embargo, acudo orgulloso a la cita, pues a pesar de todo, soy el último que he mojado de los 4, y en realidad he echado dos polvos y medio, dos con la colombiana, medio con la brasileña.

Para más coña, la brasileña me ha mandado un guasap que quiere repetir, aunque en su contra ha dejado caer que quiere cambiar de móvil, y que sería un buen regalo para su cumple, que llegará prontito.
Charlamos sobre el tema, sobre el txikipark, sobre los cola-caos, sobre los chocokrispis, sobre la saga Crepúsculo, sobre los cuentos por la noche, pero en el fondo tienen envidia de que me haya enrollado con una veinteañera.

Y es el Mikel el que me lo cuenta.
- Tío, para ligar de verdad, con tías de aquí, sin líos, badoo

Esa noche, al llegar a casa, decido probar. Me creo un perfil de badoo y me empiezo a entrar a chicas, buscando las que tienen un puntito verde, pero me encuentro que solo me deja entrar a 5 chicas.
Y claro, ninguna responde.

Pero veo que esto de badoo tiene muchas chicas, y empiezo a investigar. Puedo elegir chicas de mi ciudad, de los alrededores, de cualquier edad, y me doy cuenta de que me he equivocado, que hay que elegir bien a las chicas.
Creo un perfil nuevo, y le doy un aire distinto. Busco un perfil romántico, poniendo fotos mías en las que aparezco con aire bohemio, y empiezo a buscar chicas que estén on line, que se conecten del ordenador en vez del móvil, para asegurarme que estén en casita, y que tengan pocas visitas.

Busco chicas con fotos naturales, y empiezo a entrarlas, con un halago hacia sus ojos, o algún rasgo relevante de su cuerpo.
Pero sigo sin obtener resultados, hay que buscar otra forma de entrar. Sé que no me he equivocado en el perfil de chica a la que entrar, pero no es adecuada la forma de hacerlo.

Y creo un nuevo perfil. Busco en Internet una foto de un aldeano, y coloco tres fotos del aldeano en el perfil, junto con una mía en privado. Y en el perfil digo que tengo la granja del amor, con varias habitaciones denominadas la sala de masajes rurales, el jacuzzi del placer y el jardín del orgasmo, y que busco una mujer que sea feliz dentro de mi granja, donde le daré un masaje de aceite, se podrá enjabonar rodeada de burbujas y tomar el sol acariciada por los rayos de sol.
Y a las chicas elegidas les entro diciendo que tengo una granja con 40 frisonas, 30 robadas plantadas de macarrones y que me encanta hacer cuajada con la leche de mis gallinas.

Y no falla. De 5 chicas, responden 3 y en poco tiempo consigo que una de ellas, una camarera de Elgoibar, me dé su móvil.
Funciona. El siguiente objetivo es conseguir que me entren a mí. Y para ello empiezo a entrar en perfiles de tíos con muchas visitas, de los que aparecen por la ventanita de arriba, y en las fotos que veo que tienen muchos comentarios de chicas, dejo un comentario desde mi perfil aldeano.

Cuando llevo media hora dejando comentarios empiezo a recibir visitas de chicas, y a la hora una de ellas me habla. Y en un par de horas consigo tener tres conversaciones, parece que funciona, ya que tengo 2 móviles, la de Elgoibar, y otra de Arrankudiaga, con las que empiezo a guasapear.
Y como el guasap no deja de ser un poco descarado, me lanzo y consigo llegar a practicar algo parecido al cibersexo con una de ellas. Es más, me manda hasta una foto semidesnuda, parece que esto marcha, parece que he encontrado la panacea.


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@txomin43

Capítulo 11. La colombiana

Sigo en hi5. Es adictivo. Dos malas experiencias, pero creo que a la tercera será la vencida, y hi5 me proporciona una chavalita de apenas 23 años, colombiana… y heavy. Con ésta empiezo por el msn y la chica me dice que es muy sumisa, que le gustan los heavys duros, y que le gustan los hombres mayores, o sea, cuarentones como yo.

Y ya la primera noche que nos vemos por el msn, me enseña las tetas y todo. Esta vez me preparo concienzudamente, esta vez no puede fallar, que llevo una carrera que no veas.
Quedo para el sábado, por lo que tengo todo un día para bajar música de Internet y hacer un CD de heavy. Como ya hace muchos años que fui heavy y de lo moderno ya no me entero, me tiro a lo clásico, los Maiden, los Judas, Accept…

Consigo hacer un CD y me voy al armario. Recuerdo, creo recordar, que tengo una chupa de cuero de cuando era joven.
Pero la chupa de cuero no aparece, por lo que la sustituyo por una antiquísima chaqueta de pana gris que conjugada con una camiseta oscura, una que compré en Asturias y que tiene unos motivos sidreros, y unos pantalones pegaditos, junto con las alpargatas de correr a estrenar, parece que dará el pego como heavy.

Y quedamos en el centro, para ir a tomar algo, conocernos y ver que pasa. Quedamos en un bar heavy del casco, y cuando la veo, me da que la ronda que vamos a hacer es corta, ya que a esa niña no la meto en otro bar que no sea heavy, y solo hay dos en todo el casco viejo.
La chica parece simpática y nos liamos a txupitos, que es lo que bebe la gente de su edad. Y jodo, me doy cuenta que doblo la edad a todos los del bar.

Le digo de ir al otro y me contesta que nunca ha ido, que desde que ha llegado de Colombia hace tres meses sólo va a ese bar. En el otro sé que hay gente de mi edad, porque es más clásico, y me desenvolveré mejor que en este, que además tiene nombre del señor de los anillos.
Pero ocurre lo que nunca tiene que ocurrir cuando sales con una niña por el centro: que la tía se te agarre a lo heavy postadolescente, que sea delgadita y más bajita que tú, y que te encuentres con el Joseba.

Ya se ha liado. Yo semidisfrazado de heavy, el Joseba de Lacoste con su cocodrilo y la heavy adosada a mi. Y el Joseba qué menos que se la presentase.
El Joseba se larga entre risas y antes de llegar al otro bar recibo un guasap del Patxi con una foto mía y de la colombiana vistos desde atrás. El Joseba ha sacado una foto y se ha cebado, el cabrón de él. Ya es público, y estos no tardarán en aparecer por el otro garito heavy.

Opto por la calle de en medio y le digo que nos vamos a mi casa a escuchar música. Que no se me olvide que tengo que pasar por el coche a coger el CD que he grabado, y que tengo apenas 10 canciones para tirarme a la colombiana.
Cogemos el CD y subimos a casa. Lo pongo en el PC, que es mi equipo de música portátil y nos enrollamos, acabando en la cama.

Por fin, ya era hora. Y encima lo bordo. Repito y todo de satisfacción. Ya era hora. Y tengo una chica, joven, guapa, inagotable. Estoy contento.
La niña se me duerme pegadita, y a la mañana siguiente le preparo el desayuno. Y empiezan los problemas, que claro, que no tengo ni cola-cao ni cereales. Se tendrá que conformar con un café y unas tostadas de pan bimbo.

Y la mando para casa. Y enciendo el móvil, que está lleno de guasaps de mis amigos. Que si que tal en el txikipark, que si después de follar le tengo que contar el cuento de txanogorritxu. En fin, voy a tener cachondeito.
El viernes me manda la colombiana un guasap para que la vaya a buscar, para irnos al cine. Me dice la dirección y allí que me presento.

Y resulta que es un centro de estudios, para clases particulares. Y la niña sale con su carpeta forrada de fotos de heavys, y rodeada de otros chavalitos de su edad, me da que empezamos a no coincidir.
Vamos al cine, y le dejo a ella elegir la película. Una de la saga Crepúsculo. A la niña, y a los cientos de niños que había en el cine, les encantó. Pero a mi, los amores y desamores de unos hombres lobo, como que no, como que me encontraba fuera de lugar. Es más, me dormí y sé que ronqué por la mirada de la chavalería cuando la colombiana me despertó de un codazo.

Al salir del cine fuimos a cenar. Una hamburguesa en burriquín, y nos encontramos con unos amigos suyos que estaban echando un kinito. Aibalahostia que me propone jugar al kinito. Y le digo que solo un rato.
La mierda que nos agarramos, y la pava potando en la calle. Nos metemos en el coche, que lo tenía, adivinad, en el parking de la catedral, y a esperar que se nos pase la mierda. ¿Y como esperamos? Pues nada, que la moza se baja los pantalones, se me pone encima y me empieza a medio follar, sin demasiado éxito porque con la mierda que llevo, ni se levanta.

Y en esa tesitura andamos cuando golpean la ventanilla del coche. Efectivamente, la de seguridad. Ni la miro, con la otra encima, arranco el coche y salgo, llegando hasta la zona de las escaleras.
Me la quito de encima y con el coche en medio salgo rápidamente, pago el ticket y vuelvo al coche, y me encuentro a la colombiana sopa en el asiento.

Nada, arranco y la llevo a mi casa, y la meto en la cama, en la pequeña, que he conseguido limpiar la habitación, y me voy a mi cama.
Desgraciadamente escucho como pota una y otra vez en la habitación. Poco me ha durado la habitación limpia. Mañana un cola-cao con unos chococrispis y para su casa, y si te he visto, no me acuerdo.

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@txomin43