Por fin el libro ha visto la luz. Lo podéis buscar en librerías. El título, Por un Puñado de Polvos. Ed. Albores. Espero que lo encontréis y lo disfrutéis.
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Despedida y cierre
En breve se publicará y distribuirá en papel el libro "Por un Puñado de Polvos", editado por Editorial Albores de Sevilla, y esperemos que se pueda ver físicamente en El Corte Inglés o La Casa del Libro entre otros.
También se publicará un nuevo formato digital, por lo que se procederá a eliminar el existente, aunque seguramente el nuevo formato sea más caro, así que ¡a correr! que todavía podéis adquirir el antiguo más barato.
El libro consta de 25 capítulos y tiene un anexo de "tomas falsas" algo inédito en el mundo de la literatura y que marcará un hito a partir de ahora, por lo que hay muchos más capítulos que los publicados en el blog.
Si la publicación tiene éxito, a éste, que es de coña, seguirán 3 libros más:
- La muerte de Adam. Un libro que explora el mundo de la muerte con sorprendente final.
- Crimen perfecto. Un thriller sobre un asesino en serie y las implicaciones políticas de la detective encargada de su resolución.
- La segunda transición, de la sociedad del bienestar al capitalismo salvaje. Un análisis de la actualidad basada en el blog "Asociación de Txikiteros Indignados".
Espero que os guste este primer libro, una sátira social escrita con mala hostia y algo de sentido del humor. Los siguientes... son distintos.
También se publicará un nuevo formato digital, por lo que se procederá a eliminar el existente, aunque seguramente el nuevo formato sea más caro, así que ¡a correr! que todavía podéis adquirir el antiguo más barato.
El libro consta de 25 capítulos y tiene un anexo de "tomas falsas" algo inédito en el mundo de la literatura y que marcará un hito a partir de ahora, por lo que hay muchos más capítulos que los publicados en el blog.
Si la publicación tiene éxito, a éste, que es de coña, seguirán 3 libros más:
- La muerte de Adam. Un libro que explora el mundo de la muerte con sorprendente final.
- Crimen perfecto. Un thriller sobre un asesino en serie y las implicaciones políticas de la detective encargada de su resolución.
- La segunda transición, de la sociedad del bienestar al capitalismo salvaje. Un análisis de la actualidad basada en el blog "Asociación de Txikiteros Indignados".
Espero que os guste este primer libro, una sátira social escrita con mala hostia y algo de sentido del humor. Los siguientes... son distintos.
Capítulo 18 Final
Decido dejar el badoo,
el hi5 y de entrar a las tías. Busco en segundamano.com y me compro una bici de
carreras baratita, y empiezo una tarea de recuperación mental brutal.
Empiezo a recuperar
tipo, perdiendo kilitos. Me hago adicto a la endorfina. Y encima, el roce del
sillín con la próstata poco a poco va
haciendo que mi lívido se estabilice.
Sustituyo el subidón de
los orgasmos por el subir puertos. Primero los de casa, Orduña, Herrera,
Urkiola… luego otros más míticos como Tourmalet, los Lagos de Covadonga, el
mítico Angliru.
Me pongo en forma y
poco a poco voy pasando del sexo, de un sexo que no me ha funcionado, que no me
ha llevado a nada. Se ve que el destino no tenía preparado eso del sexo para
mí.
Un día volvíamos a casa
y paramos en un pueblo a tomar algo con las bicis. Un día soleado. Estábamos en
la terraza de un bar cuando de repente se sienta al lado la chica del
aparcamiento, la de seguridad.
Se me queda mirando y a
mí me entra la risa. La verdad que sin el uniforme es una chica muy mona, sin
resaltar, pero guapa.
La saludo y se me pone
a hablar.
-
Ya sabes que lo he dejado, no me verás
más en ese parking haciendo cosas raras.
-
Es que tío, ya te valía. Mira, a mí no
me importa, pero se queda grabado en las cámaras y a mí me cae un marrón del
copón.
-
Si, parece que cuando lo hacemos no
pensamos en esas consecuencias.
-
Además tío, eras un Don Juan, cada día
con una.
-
No creas, si te soy sincero, tú eres la
chica que más veces me ha visto la polla, jajja
-
Jajja, no seas grosero, anda.
-
He dejado eso del sexo, lo he sustituido
por la bici. Oye, ¿quieres tomar algo esta tarde? Por los viejos tiempos…
-
Jajja… eres muy peligroso para mí.
-
Venga…
-
Entro a las 12 de la noche de turno en
el parking, si quieres quedamos a tomar algo por la tarde.
-
Te recojo a las 8 donde tú me digas
-
Ok
Después del intercambio
de móviles emprendemos la ruta a casa con las bicis. Por la noche paso a
recogerla y tomamos unos pintxos y unas cervecitas. Me es extraño, no siento
ese deseo animal que sentía siempre que quedaba con una tía, al contrario, nos
reímos y charlamos naturalmente.
Tomamos una copa en una
terraza, aprovechando la miniola de calor que estamos pasando, haciendo bueno
el chiste ese de que me encanta el verano en Euskadi, ¡es el mejor día del año!
La acompaño a trabajar
y vamos haciendo el tonto. Se me pega y se separa, vamos agarrados de la mano,
echándonos unas risas.
Entramos en el parking
y vamos al vestuario que está detrás de la garita, y ahí me empieza a besar, a
acariciar y acabamos haciendo el amor, de una manera suave, distinta a las que
había vivido hasta entonces.
-
No te preocupes, aquí no hay cámaras de
seguridad.
Me quedé pegado a ella
después de hacerlo en el suelo de aquel vestuario. Fue una cosa distinta,
natural.
Ahora vive conmigo. Me
he vuelto a engordar porque no tengo tiempo para la bici con ésta, y además en
buena cocinera.
Y de cuadrilla somos
ahora 5, ya que ésta sale con nosotros.
Me ha cambiado la vida.
Capítulo 17. Una noche en Santander
Hoy voy con ilusión. He
quedado en recoger a una chica en Santander, que parece inteligente, y lo más
importante, me ha asegurado que tiene un culo perfecto, que lo ha heredado de
su abuela y que está orgulloso de él.
La recojo en un centro
comercial de Maliaño y desde que la veo no dejo de pensar en ese culo. No
parece que sea perfecto, pero grande lo es un rato. Redondo, voluptuoso,
generoso en sus formas, perfecto en su curvatura, eso sí, pero exageradamente enorme,
con unos radios internos sobredimensionados.
Vamos a cenar. Hemos
quedado que ella cogía un hotel, pero no ha cogido nada, que ya veremos sobre
la marcha. Ya te digo yo lo que supone coger un hotel en el Sardinero sobre la
marcha, que mi tarjeta de crédito no se atreva a salir de la cartera.
Damos un paseo por la
playa antes de cenar, y es el momento de ir preparando la noche. La agarro de
la cintura, pero se separa, que no agobie, me dice, que el premio ya llegará.
En fin, mal empezamos.
Nos acercamos al mar y
le suelto una frase genial que me he bajado de google.
-
¿Sabes? Hay personas que ven el mar como
un límite, buscan la seguridad de la tierra firme, viven de espaldas al mar,
mientras otras lo ven como una oportunidad de huida, una barrera a romper para
escapar de su realidad cotidiana, viven mirando constantemente al horizonte, al
futuro.
-
Ajá…
-
Pero yo veo el mar reflejado en tu
mirada, en esa mirada serena, con esa chispa de inteligencia que tienes, una
mirada a la que me asomo y en el fondo de ella puedo vislumbrar hasta tu alma…
Es el momento, según
hablo de sus ojos, me acerco a ella, despacio, buscando sus labios, para
besarla, pero la tía coge y me salta.
-
Anda, no seas hortera, que tengo unos
ojos marrones muy feos.
-
Las chicas no tienen ojos marrones, sino
de color miel o de color chocolate…
-
Los míos son marrones y punto.
La hostia, que romanticismo.
De ahí vamos a cenar y se pasa toda la cena criticando a la camarera, que era
sudamericana. Y encima la chica lo hizo todo bien, pero nada, inundó la cena de
comentarios racistas, que iban aumentando en volumen según aumentaba la ingesta
de vino.
Salimos de cenar y me
propone ir a un hotel. Menos mal, porque si se toma otra copa la llevo a casa,
o más bien, al centro comercial donde la recogí.
Hay un hotel en el
Sardinero que parece como familiar. Cogemos una habitación por 120 € (que se corresponde
con que no salgo los siguientes dos fines de semana) y encima es cutrecilla,
cosa que la tía enseguida me echa en cara. No, ¡si aún pretende que le lleve a
un 5 estrellas!, aunque me da que no me iba a costar mucho más.
La empiezo a desnudar y
la tía echa a correr por la habitación, que quiere jugar. Para juegos estoy yo,
no tengo otra cosa que hacer que saltar encima de la cama, que además igual se
cae, que no me inspira demasiada confianza.
Pero mover semejante
culo no es tarea fácil, por lo que enseguida la atrapo y la tumbo sobre la
cama, y la intento besar en la boca, pero me salta que en la boca no besa, que
es algo personal. No te jode que la tía se cree Pretty Woman.
Al quitarle la camiseta
descubro que lleva faja. Y claro, al quitar la faja descubro que el culo está
compensado, que con la tripa que se libera su centro de gravedad queda
perfectamente equilibrado.
Y tumbada sobre la cama
veo que empiezo a tener dificultades de acceso. Empiezo a acariciarle las
tetas, enormes por cierto, pero me dice que se las deje tranquilas, que me
centre en lo que me tengo que centrar.
Y me zambullo entre
aquellos dos muslos, y separando pliegues llego a su sexo. Intento lamerlo,
pero la falta de oxígeno y el calor húmedo asfixiante y sofocante de aquel su rincón
anatómico me retraen a posiciones más clásicas y con más aire.
Intento el misionero,
pero apenas llego a penetrarla un par de centímetros, cosa que ella achaca a mi
tripa incipiente. No te jode la vacaburra esta.
La llevo al borde de la
cama, cargo con sus piernas sobre mis hombros, y yo de pie, comienzo la faena.
Pero nada, la tía se retrae hacia arriba y no llego, y de momento no la tengo
serpenteante, con lo que tampoco es solución.
La tía se impacienta y
yo no sé cómo estoy consiguiendo mantener la erección en tales circunstancias,
por lo que opto por ponerla a 4 patas. Y joder que espectáculo. La verdad que
el culo era perfecto, sobredimensionado, pero perfecto, y mostraba un
espectáculo maravilloso en toda su curvatura. Y descubro que a pesar de ser
duro y firme, lo consigo separar a los lados y penetrarla profundamente desde
ahí.
Consigo a pesar de las
dificultades un polvo medianamente decente, salvar los trastos y la situación.
A la tía la siento además dos orgasmos.
Nos tumbamos en la cama
y la tía enciende un cigarro, echando el humo directamente al cartel de
prohibido fumar. Y se me sincera.
-
Mira, darling, yo trabajaba hasta hace un mes en
Londres, at London, y me enamoré de un chico de badoo. Era inteligente, como
yo, de mi nivel intelectual y social, y dejé todo y me vine aquí a conocerle.
Do you know? Pero él me dice que quiere una relación abierta conmigo, open
relation, y por eso me digo, ¿quieres relación abierta? Toma relación abierta.
Ayer quedé con un tío, hoy contigo, mañana he quedado con otro y pasado con
otro, se va a enterar éste de lo que es una relación abierta. A fucking
relation.
Yo la escucho pensando
en repetir el polvo, en cómo resolver el problema del acceso a la cópula con
tamaña dificultad, o sea, sin hacerla ni puto caso, y de repente se me pone a
llorar. Que si no puede, que si no es lo suyo, yo que sé qué cosas me está
contando, pero me está entrando sueño. Le propongo dormir un rato, que yo la
abrazo, si llego a abarcarla, claro, pero que no, que quiere irse a su casa.
Me da una pereza de la
leche ir otra vez hasta Maliaño, pero me doy cuenta de que va a ser la única
manera de conseguir dormir esta noche, así que nos vestimos y bajamos al coche.
En el viaje empieza a
hacer ruidos con la nariz, como pequeños ronquidos. Joder, que tía, que
experiencia para no contar. Intento ignorar los ruiditos que hace, pero me está
entrando la risa.
-
Es que cuando me agobio se me taponan
los oídos y así se destaponan.
Aibalahostia que
aventura. La dejo donde la recogí y me vuelvo al hotel. La de recepción me mira
sonriendo, como diciendo que la tía se me ha ido. Lo que no sabe el alivio que
siento.
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@txomin43
Capítulo16. De vacaciones en Torrevieja
Nos fuimos los 4, el Patxi,
el Joseba, el Mikel y yo. Cogimos el coche del Patxi, un golf más viejo que
cascorro, pero GTI, bajamos por el emule toda la discografía de Camela, y nos
fuimos para Alicante.
Y aquí estamos, los
cuatro, tomando una cervecita en una terraza en Torrevieja, viendo mozas. Estas
vacaciones venimos a triunfar y como mínimo hemos decidido ligar bronce.
Nos vamos la playa y
ahí es donde veo que las dificultades que vamos a tener para ligar son
estructurales. Estamos en la playa y somos un cuadro, vaya cuadrilla de
cuarentones.
Estoy tumbado en la
toalla y veo a mi cuadrilla. El Joseba, muy pijo él, tiene un sobrepeso enorme,
y está en el agua, con unas bermudas de tamaño descomunal. No se ha quitado la
camiseta y tiene una toalla alrededor del cuello para recoger el sudor. Se está
poniendo de un tamaño que empieza a disponer de su propio campo gravitatorio.
El Mikel no mejora
mucho la imagen. Es flaco hasta la extenuación. Me acuerdo que le operaron de
una hernia y no tuvieron que hacer radiografía para detectarla ya que es una
radiografía en si mismo. Esta encima de mí lleva una braga náutica pero está
tan flaco que desde aquí le veo las pelotas, y las tiene negras como si fuera
un grillo.
El Patxi no está mal,
pero tiene un puntito gay que hace que no le entren las tías, pero sí los tíos.
Y yo no es que gane mucho.
En la playa hay mucho
señor mayor con macizorra sudamericana o africana. Antes se trataba de viejos
lobos de mar que habían encontrado su amor en algún puerto singular. Se
mantenía el glamour de los curtidos marineros. Ahora se trata de cazurros de la
construcción que se han ido de vacaciones a República y han vuelto con premio.
Pero la ilusión nadie
nos la quita. Esa noche salimos de mariscada. Y luego de marcha, pero es la
primera noche, estamos aún conociendo el mercado. Pero estamos cansados del
viaje y volvemos pronto al apartamento.
En una cadena de esas
que durante el día dan tarot y teletienda, y a estas horas dan pornografía.
Pero que cutre, la verdad. Hay un tío montándoselo con una tía, y otro que esta
mirando se está masturbando, con la peculiaridad que ha hecho un agujero a un
melón, lo ha calentado en el microondas y se lo está haciendo con el melón. Y
nos quedamos embelesados con el melón. Eso sí, con estos no vuelvo a comer
melón con jamón en la vida, por si acaso.
Al día siguiente vamos
a la playa a tomar el sol. Mira que hace calor en este pueblo. Y las mozas
parece que no salen a la playa, porque no se ve ninguna.
Después de cenar,
decidimos ir a la discoteca. Pagamos la entrada de una macrodiscoteca
religiosamente, con su consumición, pero al entrar resulta que está
completamente vacía. ¡Pues hemos pagado una pasta!
Preguntamos a una
camarera y nos dice que la gente viene a partir de las 2 de la mañana, y aún
son las 10 de la noche, así que optamos por salir.
El portero nos pone un
sello invisible en la muñeca y el Patxi se queda discutiendo con él porque no
sabe si se le borrará con el sudor, que prefiere un papel o justificante de
pago.
Ante la mirada del
portero de 2x2 optamos por llevarnos al Patxi de allí diciéndole que en todo
caso, si se le borra la señal, le pagamos la entrada entre los demás.
Llegamos a la zona de
pubs y veo a tres chicas sentadas en una mesa, y queda una silla libre. Me
acerco y pregunto si está la silla libre. Me dicen que si, y aprovecho y me
siento en la silla, con ellas, y me presento.
Pero parece que no les
ha hecho gracia la broma, por lo que me levanto y me largo de allí. Empiezo a
preguntarme que no solo es un misterio la supervivencia del pueblo vasco, sino
de la humanidad en general.
Volvemos a la discoteca
a eso de las 3, ya bastante calentitos, y nos encontramos que en la entrada se
hace botellón. El parking está lleno de coches con el chunta chunta a tope.
Entramos en la
discoteca y sólo nos hacen falta 5 minutos para darnos cuenta que la chavalería
nos mira como si estuviéramos buscando al hijo de alguno de nosotros. Yo
levanto las manos para que nadie pueda acusarme de tocarle el culo a una menor
de edad, mientras que el Mikel acude a mi experiencia con la colombiana para
instruirse en el ligoteo con chicas tan jóvenes.
La fiesta acaba en un
baño de espuma, al que me nos metemos el Mikel y yo. Todos están en bañador o
bikini menos nosotros. Al salir a la calle empapados nos damos cuenta de
nuestro error.
Y desgraciadamente, ese
primer día fue lo más interesante de nuestras vacaciones, que luego decayeron
irremisiblemente hasta que volvimos a casa.
Esos días mis amigos
preguntaban sobre mis avances en las redes sociales, y yo les conté con quienes
había quedado, pero evitaba entrar en detalles sobre el desenlace. Les contaba
los métodos que usaba, pero ninguno de ellos creía demasiado en los ligues por
las redes sociales.
En realidad su
experiencia les hacía bastante escépticos para cualquier tipo de ligue, ya sea
vía red social, ya sea en el curro, ya sea de cualquier forma que se pueda
imaginar.
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@txomin43
Capítulo 14. Un problema de frigidez
La de Arrankudiaga era
especial. Me insistía en que era incapaz de sentir placer con el sexo, por lo
que se convirtió en un reto.
Quedamos a comer un día
en su pueblo y de ahí fuimos a su casa a procurar que mi arte amatorio
consiguiera proporcionarle placer.
La chica es mona, pero
vergonzosa como ella sola. Cuando consigo desnudarla se tapa con una manta y se
envuelve en ella sin que sea capaz de introducir la mano para llegar a su
cuerpo.
Al final la convenzo y
empezamos a besarnos en el sofá, viendo Sálvame, pero la veo más centrada en
Jorge Javier que en mi lengua hurgando en su sexo. Y encima me da conversación.
Apago la tele y la
llevo a la cama. Vuelvo a la carga y la penetro. Está empapada pero siento que
su respiración ni se mueve.
La miro, y empieza a
darme conversación. Me dice que nada, que no me preocupe, que ella no siente
nada, pero que yo me satisfaga, pero que para no aburrirse, que podemos ir
hablando.
-
Chica, tú si que sabes como mantener a
un hombre excitado y cómo subirle la autoestima.
Y encima se ríe del chiste.
Me dice que se calla, que yo siga a lo mío, pero decido cambiar de postura y
ponerla a 4 patas, y así al no mirarme a la cara, a ver si se concentra.
Pero en esta postura se
le llena el sexo de aire, y empieza a expulsarlo sonoramente, con lo que le
entra la risa, y mi autoestima vuelve a caer, al mismo ritmo que mi erección.
La vuelvo a poner boca
arriba y ensayamos el misionero. Me muevo, entro y salgo, y parece que la cosa
funciona. Estoy cogiendo ritmo, lo subo, y creo que empieza a sentir algo y de
repente, en plena excitación salta.
-
De azul
-
¿qué?
-
De azul
-
¿De azul qué?
-
Voy a pintar el techo de azul
Anda no me jodas. Otra
vez se baja la autoestima. Me la quedo mirando y me dice que es un viejo
chiste. Que perdone, y que siga.
Ya por acabar, decido
inhibirme de sus cosas, me muevo rápidamente y me corro. Vaya tía. Y encima,
como está acostumbrada al fracaso, se lo toma a cachondeo. Y como es nuestra
primera cita, ni le va ni le viene. Y encima, como fui de sobrado, se ha
descojonado de mi totalmente.
Pero no me rindo.
Cuando samurai saca espada no la guarda sin antes mancharla de sangre. Y la
cojo y me la llevo a la ducha, a ducharnos juntos.
La enjabono
completamente, suavemente, acariciándole los pechos, despacio. Se le endurecen
los pezones, y parece que algo empieza a sentir.
Ataco duramente y le
coloco el chorro de la ducha directamente en su sexo. Abre las piernas y me
mira sorprendida. Parece que siente algo.
Me agacho y con un dedo
le hago aflorar el clítoris y le dirijo directamente el chorro. Se pone
moradito, hinchado. Me alegro, me da que conseguiremos el orgasmo.
Pero de repente, en esa
postura, yo agachado debajo de ella, con un dedo haciendo aflorar el clítoris,
con el chorro directamente sobre él, coge la tía y se empieza a mear, ¡se me
mea encima!
Ay la hostia, ya lo que
me faltaba.
-
Lo siento, me vinieron unas cosquillas,
sentí placer y pensé que era un orgasmo
En fin. Nos secamos, me
visto, le doy un beso y me despido. Decido que es un PDT, o sea, un Puto
Desastre de Tía.
Volviendo a casa vuelvo
a mirar en mi pasado sexual reciente, y llego a la conclusión de que no
funciona, que no hay manera, pero me animo pensando que puedo ir por buen
camino. Alguna saldrá buena, vamos, digo yo.
¿O es que soy yo el desastre?
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@txomin43
Capítulo 12. Badoo
Esta tarde tendré que
aguantar el cachondeito de los amigos. No sólo se han enterado de lo de la
colombiana, sino que además conocen mis escarceos en la red. Sin embargo, acudo
orgulloso a la cita, pues a pesar de todo, soy el último que he mojado de los
4, y en realidad he echado dos polvos y medio, dos con la colombiana, medio con
la brasileña.
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Para más coña, la
brasileña me ha mandado un guasap que quiere repetir, aunque en su contra ha
dejado caer que quiere cambiar de móvil, y que sería un buen regalo para su
cumple, que llegará prontito.
Charlamos sobre el
tema, sobre el txikipark, sobre los cola-caos, sobre los chocokrispis, sobre la
saga Crepúsculo, sobre los cuentos por la noche, pero en el fondo tienen
envidia de que me haya enrollado con una veinteañera.
Y es el Mikel el que me
lo cuenta.
- Tío, para ligar de
verdad, con tías de aquí, sin líos, badoo
Esa noche, al llegar a
casa, decido probar. Me creo un perfil de badoo y me empiezo a entrar a chicas,
buscando las que tienen un puntito verde, pero me encuentro que solo me deja
entrar a 5 chicas.
Y claro, ninguna responde.
Pero veo que esto de
badoo tiene muchas chicas, y empiezo a investigar. Puedo elegir chicas de mi
ciudad, de los alrededores, de cualquier edad, y me doy cuenta de que me he
equivocado, que hay que elegir bien a las chicas.
Creo un perfil nuevo, y
le doy un aire distinto. Busco un perfil romántico, poniendo fotos mías en las
que aparezco con aire bohemio, y empiezo a buscar chicas que estén on line, que
se conecten del ordenador en vez del móvil, para asegurarme que estén en casita,
y que tengan pocas visitas.
Busco chicas con fotos
naturales, y empiezo a entrarlas, con un halago hacia sus ojos, o algún rasgo
relevante de su cuerpo.
Pero sigo sin obtener
resultados, hay que buscar otra forma de entrar. Sé que no me he equivocado en
el perfil de chica a la que entrar, pero no es adecuada la forma de hacerlo.
Y creo un nuevo perfil.
Busco en Internet una foto de un aldeano, y coloco tres fotos del aldeano en el
perfil, junto con una mía en privado. Y en el perfil digo que tengo la granja
del amor, con varias habitaciones denominadas la sala de masajes rurales, el
jacuzzi del placer y el jardín del orgasmo, y que busco una mujer que sea feliz
dentro de mi granja, donde le daré un masaje de aceite, se podrá enjabonar
rodeada de burbujas y tomar el sol acariciada por los rayos de sol.
Y a las chicas elegidas
les entro diciendo que tengo una granja con 40 frisonas, 30 robadas plantadas
de macarrones y que me encanta hacer cuajada con la leche de mis gallinas.
Y no falla. De 5
chicas, responden 3 y en poco tiempo consigo que una de ellas, una camarera de
Elgoibar, me dé su móvil.
Funciona. El siguiente
objetivo es conseguir que me entren a mí. Y para ello empiezo a entrar en
perfiles de tíos con muchas visitas, de los que aparecen por la ventanita de
arriba, y en las fotos que veo que tienen muchos comentarios de chicas, dejo un
comentario desde mi perfil aldeano.
Cuando llevo media hora
dejando comentarios empiezo a recibir visitas de chicas, y a la hora una de
ellas me habla. Y en un par de horas consigo tener tres conversaciones, parece
que funciona, ya que tengo 2 móviles, la de Elgoibar, y otra de Arrankudiaga,
con las que empiezo a guasapear.
Y como el guasap no
deja de ser un poco descarado, me lanzo y consigo llegar a practicar algo
parecido al cibersexo con una de ellas. Es más, me manda hasta una foto
semidesnuda, parece que esto marcha, parece que he encontrado la panacea.Adquiere el libro completo, click aquí
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