Capítulo 10. Una brasileña


Sigo en hi5, pero seleccionando mis ligues, centrándome en aquellas que al menos hablan castellano, o por lo menos lo entienden. Y a base de hablar y hablar, consigo contactar con una brasileña. La verdad que la chica tiene unos labios que tienen que hacer ventosa al besar.
Esta vez no pasamos por el msn, sino que directamente me da su móvil y empezamos a guasapear. Y quedamos el jueves por la tarde para conocernos. La chica es de al lado de Logroño, con lo que me tengo que desplazar.

Me dice que viene en autobús desde su pueblo, que la espere en la estación. Pero ahí estoy, espera que te espera y que no aparece. Le mando un guasap y me contesta algo así como que no creía que fuera a ir, y que por eso estaba en casa.
Jodo que informalidad. Le contesto que estoy en la estación, y que cuando tiene autobús para venir, pero al final le digo que me indique donde vive, que voy a por ella.

Me dice el pueblo y menos mal que no la esperé a que cogiera el siguiente bus, porque el pueblo estaba a más de media hora de Logroño.
La recojo y volvemos a Logroño, y la pava, como que hablaba y hablaba y le entendía la mitad de lo que decía, pero al menos algo le entendía.

Aparcamos en el Espolón y vamos paseando al centro, agarrándola de la cintura, que por cierto, vaya hechuras que tenía la moza. Entramos en un bar que me dice que le gusta y me pido una cerveza, y ella se pide un cubata.
Joder, esto del ligar va a acabar con mi presupuesto. En esto que estamos charlando (más bien ella habla que te habla y yo intentando entenderla) cuando me agarra una mano y la mete entre sus piernas.

Y me dice que las brasileñas tienen el chocho (palabras textuales) más caliente de América, y que era necesario que yo lo comprobara.
Pues nada, que si hay que comprobarlo, como que se comprueba. Y coge la moza y se mete un hielo en la boca, se acerca a mi boca, me besa y me pasa el hielo.

Ya no sé que hacer, entre lo caliente que me ha puesto y el puñetero hielo, y que sigue hablando y hablando sin que le entienda la mitad.
Y me pide que le devuelva el hielo, y nada, yo obediente, se lo devuelvo directamente a la boca mientras que ella cierra las piernas y aprisiona mi mano. Y mi pulgar aprieta directamente en su bragueta, y puedo comprobar realmente que por lo menos ésta tenía el chocho más caliente que jamás había tocado, a pesar de mi escasa experiencia.

Aún me pregunto como me pude levantar de esa silla, sobre todo después de que la moza metiera una mano entre mis piernas, en un magreo inimaginable que provocó que el 80% de mi flujo sanguíneo se concentrara allí donde se precisaba.
Salimos del bar y volvimos al coche, para volver al pueblo. Y mientras volvíamos, ya oscureciendo, me dice que quiere orinar, por lo que salgo de la carretera y me meto en un camino para que orine.

Sale del coche y se pone a orinar, y aprovecho para pasarme a su asiento y echarlo para atrás, tumbándome en él.
Ella entra con los leggins bajados, y cara de sorpresa, sorpresa fingida, claro está. Y me empieza a decir si es que pienso aprovecharme de ella, que es una chica decente (decente los cojones, ahí con el pantalón bajado y en tanga)

Coge y se quita los leggins y se pone encima, y se empieza a refrotar contra mi paquete, que está hinchadísimo y sensible, tanto que tengo que empezar a pensar en otras cosas, para evitar correrme.
Pero la muy puñetera, coge y se saca las tetas y me agarra las manos y me las pone sobre sus tetas, y yo visualizo el pollo flotando en mi wáter para poder sobrevivir a esta brasileña parlanchina.

Pero ni a esas. Sin quitarme los pantalones sobre los calzoncillos, directamente con el frotamiento de esta brasileña, no puedo evitar correrme. Y claro, ella se da cuenta, y pone cara de circunstancias.
Se levanta y se empieza a vestir, dentro del coche, encima mía, que estoy empapado por dentro. Si me preguntan si he mojado, que hostias, claro que he mojado, los calzoncillos. Esto no ha sido eyaculación precoz, ha sido eyaculación previa, vaya cagada.

Nada, me vuelvo a mi sitio, ella se sienta y con mi actitud consigo algo que jamás había imaginado que podría pasar… consigo que se calle.
La dejo en su pueblo y vuelvo a casa, hora y media en el coche con los huevos empapados, y pensando que algo no funciona dentro de mí.

Y para más INRI, cuando llego a casa y me meto en la ducha, me tengo que masturbar porque encima llego con un dolor de huevos que me tiene doblado.


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Capítulo 9: Un ligue del este


Lo primero que hago es abrirme una cuenta en hi5, creo un perfil y empiezo a hacer una búsqueda por edad y por zona, dentro de la comunidad autónoma, dentro de la ciudad.

Empiezan a aparecer fotos de chicas con un puntito verde y empiezo a entrarlas con una frase ingeniosa, como todas las frases ingeniosas que se me ocurren habitualmente.

-         Soy el pastelero del amor, y tengo un pastelito para ti, ¿quieres probarlo?

Así no se me pueden resistir, seguro. Y efectivamente, al poco una tal Desiré se me contesta. Mira que bien, qué fácil. Me da una dirección de msn para que la agregue, pero ahí aparece otro pequeño problema, fruto de mi ignorancia sobre las redes sociales… ¡Qué coño es eso del msn!

Empiezo a investigar en google y veo que es una especie de chat que hay que descargar un programita y que nos va a dejar ver por la cam.

Después de conseguir instalarlo y conseguir mantener la atención de Desiré la agrego y cuando pincho, la cosa se estropea. Alguien que me habla en inglés y que no se le entiende ni me hace caso me deriva a una página web donde tengo que registrarme, y dar el número de mi tarjeta de crédito, y resulta que la Desiré es ciberputa, anda, no me jodas.

Nada, borro a la Desiré y sigo pinchando en hi5 y me contesta una tal Ruana. No es que se le entienda mucho, pero acaba dándome su msn, otra vez. ¿Será otra ciberputa?

La agrego y enseguida se conecta, aunque sigo sin entender lo que dice, para mi que no habla castellano, y me da que no es tampoco euskera clásico lo que habla. Yo ya la empiezo a vacilar con frases como “mi no comprender” y la tía coge y se quita la camiseta y se queda en tetas, anda, no me jodas.

Pongo la frase mágica… whatsapp?

Y me deja un número de móvil. Mira, ya tengo para empezar con algo. Le mando un guasap y me contesta y sigo sin entender en qué idioma me habla, por lo que opto por poner una hora y una dirección, y me contesta un claro y rotundo ok.

Pues nada, me empiezo a preparar y para acudir a la cita. Echo un vistazo a mi casa, que está más o menos decente. Estos días he cambiado todas las sábanas, y no hay sorpresas en la nevera. El primer paso, el de adecentar mi entorno, se ha cumplido.

Salgo y acudo a la cita, y me encuentro con la moceta, que está en la puerta del bar esperándome. Estas chicas del este son muy guapas hasta los 20 años, delgadas, rubias, ojos claros, pero a partir de ahí les cambia el color de ojos, de pelo, y la figura. Y esta rondará ya los treintaymuchos, por lo que la lorza de la que me agarro ya empieza a tener raíces profundas.

Andamos abrazados y la chica es que no calla. Está todo el rato hablando… y no entiendo ni jota. Y por más que le digo que no entiendo nada, sigue hablando y hablando.

Entramos en un bar y le pregunto qué es lo que quiere tomar, pero es un caso perdido, por lo que la saco una coca cola y yo me saco una cerveza. Y sigo escuchando la parrafada que me está contando.

Como veo que ella tampoco me entiende le empiezo a decir guarrerías. Nunca se las había dicho a una chica, y mucho menos ésta me las había escuchado sonriente. Le empiezo a decir cómo me la quiero comer, subiendo el tono de mis palabras, que quiero que me la coma y ella erre que erre. ¿De qué país será? Porque mira que hay países en el este de Europa y cada uno con un idioma diferente.

Al final me agarra de la mano y me empieza a decir algo así como

- Vino cu mine, noseque de la familia mea

Y la sigo, que me agarra de la mano y me lleva hacia las afueras. Me mete en un portal y yo ya me empiezo a hacer ilusiones, esta no se me escapa, por fin.

Abre la puerta de su casa… y se jodió el invento. Aquello no era un piso patera, era un piso Titanic. Allí aparecieron 3 niños, una señora mayor, un adulto peludo en camiseta, dos chicas jóvenes con pintas un poco raras.

La chica me lleva a una habitación, que reina en el desorden. En esa habitación llena de literas duerme la mitad de la casa. Empieza a desnudarse, sin callar, y me fijo que en la cama de arriba de una litera hay otro niño, con una psp. La tía empieza a chillarle y el crío se larga, pero yo ahí no puedo hacerlo, con lo que me empiezo a separar, intentando salir de la habitación.

Por fin la chica se da por aludida, y se vuelve a vestir. Me hace gestos para que me quede en el cuarto y sale un momento, y empieza a dar voces con el tío con pinta de ex militar albano-kosovar que hay en camiseta fuera.

Empiezo a estar acojonado y me vuelve a entrar con las dos chicas. Una come chicle mientras me mira con cara de asco, mientras la otra no es que parezca que se ha esnifado un bote de pegamento y medio, sino que debe ser cliente preferente de loctite.

Y me empieza a decir, señalándome a las chicas, y levantando un dedo.

- 20, 20, 20 euros, tú, chica, 20 euros.

Ay la hostia, que se lía la cosa, que el albano-kosovar se coloca en la puerta, que de aquí no salgo vivo.

Empiezo a decir que sí, que si, que yo lavar, que si y consigo salir de la habitación. Veo camino libre hasta la puerta de la calle y salgo por patas.

Joder que movida, y se ha quedado con mi número de móvil, que estos del este seguro que me inhiben la frecuencia del móvil y me la lían, aibalahostia que acojono.

Me voy a una tienda de movistar y saco otra tarjeta. En un cómodo plazo de apenas 2 horas en a tienda me la da, y la cambio en mi móvil, por si acaso. Y mando un guasap a mis amigos diciendo que he cambiado de móvil, pero eso sí, sin dar explicaciones, que bastante se están descojonando de mi últimamente.

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Capítulo 8. Descubro el ciberligoteo.


Escucho una conversación en el curro, hay dos compañeros hablando, y uno de ellos diciendo que se pilla mucho por las redes sociales, que ahora se liga en la red, que el salir por las noches para pillar se ha pasado de moda.

Llego a casa y me decido. Hay que pillar. Me tengo que hacer una cuenta en una red social. Y donde mejor que en el Facebook.

Abro una cuenta de Facebook, donde aparentemente me piden pocos datos, y me dicen que Facebook es gratis y que lo seguirá siendo.

Y llega la hora de la verdad. Pongo una foto en la que estoy más o menos guapo, aunque un poco más joven que ahora (unos 15 años más joven para ser sinceros). Y me quedo mirando la pantalla.

Busca a tus amigos, me dice. Pues no tengo otra cosa que hacer que apuntar al Mikel, al Joseba y al Patxi aquí, para que me levanten los ligues, o peor aún, ¡para que me os espanten!

Nada, me da opciones para buscar amigos, que he decidido que en mi Facebook sean únicamente mujeres.

Que agregue mis contactos del Messenger, del yahoo y de nosequé otras gaitas. ¡Cómo no los saque de las páginas de contactos del Diario Vasco!

Venga, voy a buscar amigos.

Empiezo a acordarme de nombres de chicas que iban a mi colegio, a la FP, nombres de chicas del curro, y empiezo a buscar. Es la leche, ya que por cada nombre aparecen un montón de chicas más con ese nombre.

Pues nada, que voy agregando amigas, haciendo caso a las sugerencias del Facebook. Y algunas me responden y se agregan.

Y algunas me hablan, que gracia. Me preguntan a ver quién soy,  y yo muy educado me presento y hablo con ellas, aunque las conversaciones son cortas.

Me da que esto de las redes sociales es un poco lento, y que hay que actuar en consecuencia. Y me decido no sólo a solicitar amistad, sino a mandar un mensaje.

Ideo uno simpático, pero que no deje lugar a dudas. Uno que no moleste, pero que sea pícaro a la vez, con la idea de que quien conteste, sepa un poco de que palo voy, y así acelerar el tema de conocernos y llegar a la copulación.

“Te aptc jugar al parchís? Yo me como tu fichita, tu me la comes a mi y nos vamos juntos a casa”

Discreto, simpático, agradable, sincero. Me parece el mensaje ideal. Y empiezo a mandarlo junto con la invitación de amistad.

Esto funciona, es la releche, se me empieza a agregar gente. Me empiezo a plantear la posibilidad de abrir una cuenta de twiter y marcarme como objetivo conseguir 20.000 seguidores. Por el face voy a conseguir fácilmente los 1.000 amigos a este paso. ¿Cómo no habré descubierto esto antes?

De repente me llega un mensaje y se me para el face.

Me dice que he hecho demasiadas solicitudes de amistad a gente que no conozco. Pues claro, no te jode, si las conociera no andaría por aquí, espabilado.

No hago caso a la advertencia y sigo a mi rollo, pero aparece otro mensaje diciéndome que no me dejan hacer solicitudes de amistad hasta dentro de 7 días, que siga con mis contactos, y que  mire un video que paso de ver.

Insisto y me sale un mensaje de que mi cuenta se ha bloqueado y que mande un sms a no sé qué número de teléfono para desbloquearla.

Vaya mierda esto del Facebook, me ha durado exactamente 3 horas. Me da que por la red es tan complicado eso del ligoteo como en la calle.

Cojo aire e intento visualizar la naturaleza a mi alrededor. Lo primero, tengo que arreglar mi casa, que está hecha un desastre. Aquí no puedo traer a nadie. Y mis dos últimos fracasos han venido por recrearme en los preliminares, o sea, por buscar cobijo, cuando tenía que haber venido de cabeza a casa.

Segundo, con mis amigos, como que no pillo. Son majos y esas cosas, pero para sexo, ni leches.  Tengo que buscarme la vida solo, pero sin una casa en la playa y sin un mercedes descapotable tengo un hándicap importante.

Tercero, hay que explotar las redes sociales, pero de una forma más racional. Hay que preguntar a los expertos, hay que acudir a los foros adecuados, ¡hay que preguntar a google!

Y google me deriva a hi5 como red social para ligar. Pero esta vez no me voy a liar como en Facebook, me voy a informar antes sobre su funcionamiento, para no meter la pata, e ir a tiro hecho.

Y cuarto, voy a intentar moderar mi lenguaje, que al parecer es causa de mis meteduras de pata.

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Capítulo 7: Hoy parece que sí


Hoy prontito a casa, que la factura del fontanero me ha dejado tieso. No te jode 150 euros para desatascar el wáter y lo que hizo fue coger la fregona, darle a la bomba y meterla por el agujero. Y encima me dice que 50 euros son por la salida, que los otros 100 son por la transferencia tecnológica, ya que no le voy a llamar más para desatascar el wáter, que ya se hacerlo. ¡Y también sé que no tengo que tirar un pollo por el wáter! Y eso no me lo enseñó él, lo aprendí solito.

Volvía para casa andando, que los amigos se habían quedado en un pub cuando me para una chica.

-         Oye, perdona, ¿Dónde hay un bar abierto por aquí?

-         ¿Por aquí? Uffff… pues no sé… hay un pub bajando por esta calle, y luego torciendo a la derecha…

-         ¿Por qué no me llevas?

La chica estaba de muy buen ver, la verdad, que era muy bonita.

-         Lo siento, pero hoy estoy sin blanca

-         No te preocupes, ven, hoy te invito yo

Y sale a la carretera y para un taxi. Nos montamos y le digo al taxista que nos lleve a un pub que conozco, en una zona que no suelen visitar mis amigos. Y la tía paga al taxista con un billete de 50 euros.

Entramos al pub y me pregunta a ver que tomo.

-         Una birra

-         Anda ya, pídete un combinado

-         Que no

-         Que sí, ¿que quieres?

-         Un roncola, anda

Saca otro billete de 50 euros y paga los cubatas. La verdad que es una tía muy agradable, y es preciosa, que ojazos. Esta va a ser la madre de mis hijos.

-         Vamos a otro, anda.

Salimos y vamos agarrados de la cintura, ella apoyada su cabeza en mi hombro, hasta un pub cercano. Esta es una zona tranquila y agradable, y los pubs están llenos de parejas, aunque no es de pillar, son parejas ya mayores.

Pedimos otros dos roncolas, y la moza paga con otro billete de 50 euros.

La cosa funciona, tomamos otro roncola y me propone de ir a un hotel. Le insisto en mi carencia monetaria, pero se ríe, diciéndome que no me preocupe, que ella se encarga de todo.

Esto no es normal, aquí pasa algo. ¿No será que mis amigos me han pagado una puta? Se están gastando una pasta con la broma entonces. ¿Será una cámara oculta?

Una copa antes de ir al hotel, y estando en el bar, se me pone a llorar. Acabáramos. Ya se ha liado. Nos ha sobrado esta puta copa. Que hubiera llorado por la mañana. A este paso voy a acabar llorando yo, que racha.

Me empieza a contar.

Madre de tres hijos, de 5, 3 y 2 años. Se ha escapado de casa esa noche, cogiendo toda la pasta que había en casa.

¿Razones? Su marido la pegaba, pero lo justifica.

-         Es que está muy nervioso desde que le han trasladado al País Vasco.

¡Aibalahostia! La mujer de un guardia civil y encima violento. Me empiezan a venir imágenes de titulares.

“Guardia civil en estado de enajenación mata de 23 disparos a un joven, el juez no detecta ensañamiento”

“Crimen pasional, un guardia civil mata al amante de su mujer y le corta los huevos como trofeo. La autopsia determinará si fue antes o después de matarle”.

Joder, que racha llevo.

Salimos del bar, y me dice a ver si puedo acompañarla a un cajero y sacar y dejarle el dinero que se ha gastado, que si no su marido se va a mosquear y la pegará.

Nada, nos acercamos a un cajero y saco los últimos 50 euros de la cuenta. Esta semana no como, a parte de no comerme nada.

La meto en un taxi y la mando para el cuartel. Y me cruzo la ciudad andando hasta mi casa, que me queda un paseo.

Y mientras voy para casa voy pensando en lo que está pasando. No hay manera de pillar ni la gripe. Pero soy positivo, esta situación solo puede mejorar. Empiezo a ver brotes verdes, casi pillo dos veces.



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